miércoles, 29 de abril de 2015

¿NO QUIERES CALDO....? MENÚ ELECTORAL RIPENSE.

(Para Eva que ya puede votar la pobre)
¿NO QUIERES CALDO? ¡PUES TOMA TRES TAZAS! (MENÚ ELECTORAL RIPENSE) Nadie podrá quejarse en Rivas de que al menú electoral municipal le falte variedad y exotismo. Se avecinan grandes jornadas político-gastronómicas donde poder ver a nuestros chefs locales desfilar por bares, terrazas y mercadillos. Podríamos empezar por los tradicionales platos de la cocina “Popular-conservadora”:Sabrosos recortes-no sólo de jamón-,dulces de convento, yemas y tetillas de monja, escuelas religiosas, la antigua tradición de sacristía unida al ultra-liberalismo más cosmopolita, todo armónicamente emplatado :los corderos que entran por los que salen, ese adagio popular de “dame pan(y votos) y llámame golfo”. Gran expectación levanta la aparición de esa nouvelle cuisine, esos platos de diseño y mercadotecnia: ese pato al naranjito rivereño, todo sonrisa y ciudadanía. Es verdad que no se sabe sin son carne o pescado. Será como comer en esos platos enormes que ponen en los restaurantes de moda y en cuyo fondo a penas hay unas trizas de algo que no se sabe qué es; que no está mal ni bien que sabe fundamentalmente a nada. Luego vendrá ese plato floral del puño y la rosa(algo mustia, es verdad) que ahora se llama cocina deconstruida. Otro clásico: un plato de ave fénix que siempre resurge de sus cenizas. No le faltarán comensales fieles que se coman un filete aunque esté duro porque, al fin y al cabo algo hay que llevarse al buche. Y luego viene, por la izquierda,claro,el consomé. ¿No quieres caldo? ¡Pues toma tres tazas! Aquí tienen ustedes tres auténticas candidaturas de Unidad Popular. Es verdad que se presentan por separado. No porque no tengan vocación de unidad , es que los demás no quisieron unirse a nosotros. “Puede que Somos Rivas por la Izquierda” una especie de gazpacho de juntos pero no huevos revueltos. No es un problema de ambiciones personales; no; son simplemente concepciones distintas con un mismo objetivo: Como quedar yo mejor colocado en las lista que tú, listillo. Una especie de ragut a base de cola de león y cabeza de ratón. El aroma puede resultar algo desagradable pero el sabor será simplemente inolvidable. Y llegados a este punto ¿Cómo elegir entre tanto plato distinto? ¿Cómo no empacharse antes de empezar a comer…? Bueno, al fin y al cabo algo habrá que echar en nuestros estómagos y en nuestras urnas. Aunque no le guste demasiado a nadie. Aunque haya que hacerlo tapándose, una vez más, la nariz mientras te tragas algún sapo y alguna sardina pasada. ¿Cuándo fue la última vez que votaste con ilusión…? ¡Uf! Resignados habrá que elegir entre lo mejor de lo peor. Seamos justos: ocultos entre esta maraña de sabores hay que reconocer que hay ingredientes honrados, frescos y de confianza. Pero el comensal ripense se pregunta por qué no se juntaron entonces en la misma olla, separando el polvo de la paja, las raspas de los buenos bocados. ¿Por qué tiene uno que pagar por un menú donde la mitad de lo que nos sirven no lo habíamos pedido? Yo, finalmente sigo pensando que prefiero comerme un trozo honrado de pan con un tomate, antes que tener que arrepentirme después de una indigestión. O incluso, si me apuran, quedarme sin cenar. Ya tiene uno una edad y hay que cuidarse para que no te suban los niveles de colesterol y desencanto. ¡Que les aproveche! Felipe Gutiérrez. 30 de mayo de 2.015.

lunes, 13 de abril de 2015

NOS QUEDAMOS SIN PADRES.

Nos quedamos sin padres. Cuando más perdido está el mundo. Cuánto más achantados, dormidos, domesticados están los que deberían ser nuestras referencias; ahora va y se me muere Eduardo Galeano. Este uruguayo con perfil de filósofo romano, un Sócrates con el acento dulce y socarrón de los montevideanos, era como mi padre, como un gurú descreído a quien leía y escuchaba con la boca abierta. Le descubrí hace unos quince años con “Patas arriba. La Escuela del mundo al revés”. Y fue como encontrar un manual tan subversivo y radical como solo la poesía puede ser. Desde entonces me compré todo lo que encontré de él:“El libro de los abrazos”, “Espejos”, “Los hijos de los días””Bocas del tiempo”… y un libro de la editorial Lóguez para niños que se llama “La piedra arde” que debería ser de lectura obligatoria en las escuelas (Yo intenté introducirlo en la mía y lo habían descatalogado,lástima..). Me queda recorrer Youtube buscando sus charlas con voz cautivadora, hablando del arma de revolución masiva que es la palabra utopía. Su compadre Mario Benedetti decía que la vida es un corto paréntesis entre dos muertes, ¡pero cuánto partido les sacaron ellos a la suya! En un gran poema de César Vallejo una multitud le pide a un hombre al que aman que no se muera, pero él sigue muriendo, tanto lo aman, tanto le insisten todos, que al final por amor a ellos sigue viviendo. Sabemos que esas cosas solo pasan en los libros, en esos raros y demoledores versos de César Vallejo y de los grandes poetas. Pero yo le diría también a Eduardo Galeano. ¡Joder, Eduardo, no te mueras! Y él me contestaría, si no fuera porque anda ocupado con la muerte, que tomáramos uno de sus libros y se lo regaláramos a alguien, a alguien que estuviera falto de afecto y de palabras, y así, solo así dejaría de morirse. Nunca quiero olvidar un pasaje de “Patas Arriba”, absolutamente real que alguien le contó en un hospital-hospicio de Managua. El médico de guardia acaba su turno. Es navidad y se va a su casa. Un niño le llama: “¡doctor, doctor, dígale a….dígale a…dígale a alguien que estoy aquí..” Estas cosas contaba. Por favor decidle a …… todo el mundo que él, Eduardo Galeano, estuvo aquí.

domingo, 5 de abril de 2015

VÍCTOR, ANA Y LOS EGOS.

Víctor, Ana y los egos. Es sorprendente con qué facilidad se hacen en este país los manifiestos de apoyo. Este último, es para avalar la candidatura de mi admirado Luis García Montero. Voy cada año a la feria de libro para saludarle y llevarme su último libro de poemas, o sus recientes novelas. Somos de la misma quinta y aunque él no lo sepa yo le considero desde hace tiempo un amigo. La verdad es que me entristece un poco ver los poquitos que nos acercamos a su caseta mientras otros, como su mujer Almudena forman colas bullangueras de gente ávidas de firmas más famosas. Ya se sabe la poesía no vende y son estos-y casi todos- malos tiempos para la lírica. Por eso cuando ahora veo que le apoyan, nada menos que Víctor y Ana, Sabina, Almodóvar y otras gentes de renombre, lo que diría un castizo, la flor de la intelectualidad me quedo perplejo. Los que primero fueron rojos y más tarde prefirieron la rosa, ahora vuelven a apoyar a un candidato tan decente y tan comprometido como Luis. Lo que me pregunto es por qué lo hacen. ¿Comparten sus principios o es simplemente una especie de palmada en el hombro que se da a un amigo, a un buen chaval? Un manifiesto no puede ser un guateque, una fiesta de colegas de profesión en el que se toman unos gin tonics y se brinda por el sol y las flores. La feria de las vanidades. Si yo fuera votante de Izquierda Unida no me haría maldita la gracia estos apoyos tan incondicionales de gente que hasta ayer jamás asomaron por estos parajes. Ellos, tan de vuelta de todo poniéndose el mono azul. No, no me haría ninguna gracia. Ya eché de menos a todas estas personalidades en aquel soleado 15 M. No encontraron acomodo sentados en el suelo con aquella gente tan variopinta, tan anónima. Ellos necesitan que sus egos tengan amplio y sonoro escenario. Tampoco los vi el 31 de enero, mezclándose con la marea de gente que inundó la Puerta del Sol. No los eché de menos, es verdad. Nadie los echó de menos. Ellos son más de la Puerta de Alcalá. Míralos, míralos, viendo pasar el tiempo… Le deseo lo mejor a Luis García Montero. Es un buen tipo, pero como decía mi madre, ten cuidado con las malas compañías. Estos cuando se acaban las bebidas y los canapés recogen sus cosas y se van sin despedirse.